El sacerdote exitoso

Promulgando letanías ganan indulgencias
Proselitismo, avalanchas de adeptos
Doctorados en metafísica teológica
Dóciles mentes seduce su argumento.

Tras oscura sotana de sombra sacrílega
Cae el telón que cubre una tragicomedia religiosa
Lúgubre velo ofusca el rostro de una deidad
Magno signo paliativo esclarece negras intenciones.

M

ansas ovejas inmoladas en vano
Brindándose a integridad con fe ciega
Renuncian a su lana y rebaño
Saciando un solitario Lobo negro.

Austero juez yace sentado en la corte del pecado
Dictando sentencia a penitentes orantes
Como mujer chismosa cruza las piernas entre su larga falda
Mientras abre las ventanas de su habitación
Para enterarse de la desgracia vecina.

Catedrático en sacramentos y mandamientos
Transgresor de solemnes doctrinas
Abad, elevado en el altar del paganismo
Guardián, en el santuario de la herejía.
Inverosímil profeta inquisidor
Aspirando a Obispo, Papa o Cardenal
Prodigando una y otra bendición
Asciende jerarquías en logias malsanas.

Apóstol y acólito de su santidad
Rinde tributo a un vaticano de Masones
Usurpando y exprimiendo la humanidad
Lucra la mafia más grande del mundo
Alimentándola con dádivas de los pobres.

Siete han sido los pecados capitales
Como también son siete los días que trabaja sin descanso
Siete sacramentos enriquecen su iglesia
Además de limosnas litúrgicas hora tras hora.

Como hambriento mendigo callejero
Centavo a centavo llena su gran saco
Recibe una fortuna sin esmero
Sin mayor esfuerzo, viviendo en clandestino palacio.