EL PASADO NUNCA MUERE
Te quería… te quiero... inevitablemente te quiero,
es ese pasado terco que nunca muere
Cultivo mis rosales este invierno frío,
mi jardín colmado de niebla
tiritando despacito sus tristezas
Añoranza de jazmines perfumados
cubiertos de gotas de rocío,
amaneceres que se marchitaron
Crujen mis pasos la escarcha densa,
se estremece mi alma ante el abismo,
palpita mi corazón encadenado
a la chispa incandescente del olvido
Nunca te fuiete… te quedaste conmigo,
encadenado al pensamiento
anclado a mis sentidos
Mariposas que rompen
alborotados silencios,
nubes plomizas de sueños deshechos
Suspira la vida ante mi congoja
susurra al oído afiladas notas,
la melancolía se mete en mis poros
y derrite terca esta escarcha de plomo
Conoce más del autor de "EL PASADO NUNCA MUERE"