EL DESVÁN OLVIDADO

Entro en el desván olvidado del pasado,
recorro con la vista aquel lugar,
obscuro, huele a abandono y lejanía.
Fotos y cartas viejas, sentimientos olvidados,
cumulo de polvo y pisadas ausentes,
sin vida, quietos, de fantasmas durmiendo.
La vieja telaraña, espesa, envejecida
cubre con manto viscoso al tacto, me estremezco.
Y en la esquina una vieja araña teje,
teje como el tiempo, viejos calendarios.

Destartaladas mesas, flores y un sombrero,
sillas de tres patas, cuadros enmarcados
sonrisas plasmadas de pintor ausente,
un triciclo, un arco, un mapa de Oriente,
De un vetusto libro huyen de improviso
dos ratas comiendo sus letras doradas.
Un viejo baúl de cuero y madera
seguro traído de España en carga mercante,
su tapa rechina dando un leve ruido
deja ver adentro manteles y linos.
Cierro ya la puerta, no tiene sentido
tratar de limpiar tanto desperdicio.
Así es la vida, se acumulan tantas cosas olvidadas,
cubiertas de polvo, oliendo a pasado,
es mejor cerrar, que mueran con el tiempo.
Vivir lo de hoy, con el sol y el viento,
colores y brillo de nuevos momentos.
Dejar el pasado con sus telarañas,
los viejos rencores que nos hacen daño.
Ver con ojos de amor un futuro excelso,
llenos de ilusión, de aventuras nuevas.

Propiedad Intelectual del Autor.
04/04/2017