El deber
Cuando me levanto es inherente a mí tu recuerdo más que el de otros días, empiezo abriendo la ventana respirando el aire puro que respiraba cuando contigo estaba, quizás ni siquiera es puro, pero por pensarte de seguro es así, todo es bello cuando sólo vienen a mi mente cosas de ti, cosas que siempre me hicieron el hombre más feliz; contigo todo fue pasión, felicidad y amor; nadie me llenó de tanta vida en un beso como tú, tú y sólo tú me enseñaste a vivir de la manera que jamás pedí ,porque lo que siempre pedí fue superado por lo que hiciste y dejaste en mí; ahora estás lejos y no tengo como agradecerte ,no se si el miedo o la vergüenza me lo estén impidiendo, pero sé que lo tengo que hacer, que es para mi un deber, al aceptar que te amo como a más nadie amaré...
Conoce más del autor de "El deber"