DIOS de todos

Cuanta maldad por todas partes;
En casi todos los corazones,
En casi todas las mentes.

Dolor,
hambre,
Violencia,
guerra,
Enfermedad,
sufrimiento,

Es la historia que a diario se experimenta
en todos los rincones de los pueblos
de la otra orilla opuesta a tu orilla,
Señor de la historia.

Los diarios con sus noticias y reportajes huelen a sangre
Y, sin embargo, en esa realidad desgarradora;
De maldad, embustes y muerte,
estás vos presente;
DIOS DE TODOS;
Lleno de bondad y de vida,
Presente en el inocente que sucumbe,
En el justo que es desprestigiado,
En los que aman no solo tu presencia,
si no en los que aman también tu ausencia;
en los seres humanos concretos.

Estás en los que aman tu nombre,
En los que aman tu ser real,
En los que se regocijan
Sabiendo que no eres fraude.
Y que estás, en el rostro de cada ser humano,
siendo una hermosa epifanía,
que no es de nadie.