Derrumbe

Derrumbe, derrumbé los cimientos del precipicio, derrumbé los precipicios del cimiento, derrumbé el cemento que construyó tantos soles en mi cabeza, soles extintos, que antes fueron unas hogueras, hogueras dónde mis brujas se calcinaban por estar ciegas... Me derrumbo tal y como se derrumba un castillo de arena, como se consume una vela, hasta que flota en el fondo, su resignada mecha... Algo se rompe, sin duda es el puente que se corta con los dientes de la navaja de mi cabeza... Me derrumbo, me consumo y siento que me quemo, no seré un fénix, ni un icaro, seré esa nada que sucumbe, que se congela con el viento, que se triza para quebrarse denuevo... Me derrumbo, para hundirme en el infierno, en el infierno mío, donde seguro estará esa parte que me quiebra por completo... La bondad no es lo mío, es el privilegio de los ángeles, que los demonios no tenemos...