Consentimiento explícito

No opondré resistencia a tu conquista
no escudaré esta agreste serranía,
¡ven, pues, e incivilízame a tu antojo!
Desemboca tus ríos en mi océano
que ha esperado por siglos incontables
lleno de peces-ansias de colores.
Derriba uno tras uno los ladrillos
hasta que las murallas sólo sean
Pero a aquellos nativos de esta tierra
déjalos vivos, no los extermines,
domestícalos, hazlos tus aliados,
y ellos te ayudarán a conquistarla
a adentrarte por el hostil terreno
y sortear los obstáculos letales
hasta alcanzar la fuente inagotable.
Hazme partícipe de tu ritual hierático.
Déjame descender tu misterio bucólico.
Permíteme beber tu poción mayestática.
Amárrame a tus manos,
aférrame a tu cuerpo,
envuélveme en tus brazos,
enrédame en tus piernas,
sustráeme en tus ojos,
absórbeme en tus labios,
deslízame en tus dedos,
amóldame a tu sexo,
sumérgeme en tu alma,
refúgiame en tu pecho.
Si llegaste hasta acá, no te detengas:
un universo exótico te espera.
No prometo ser todo lo que buscas…
¡pero no buscas todo lo que encuentras!
Soy sólo tuya ahora, ¿podés verla?
Sobre mí tu bandera gris flamea…

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