CON UN CORVO EN EL CINTURON
Una noche me visito una bruja,
entró por la ventana de mi habitación,
se sentó a mi lado en la cama,
acarició mi cabello y me dijo:
“Tienes tus días contados…
Se acabara tu juventud de don Juan,
ya no serás más picaflor.
Una tarde fría de invierno,
cuando las nubes se tiñan de sangre
Cuando la veas a los ojos,
tomaras tu corvo y abrirás tu pecho.
Le entregaras tu corazón,
latiendo al ritmo del amor”...
Se puso de pie al costado de mi cama,
levanto su capa y giro rápidamente,
mientras lanzaba una burlona carcajada,
salió volando rauda por la ventana.
Gritando y riendo como enajenada
¡¡Jiii jiie jie jie El cazador cazado!!
¡¡El cazador cazado ji ji ji ji !!
Yo, perplejo, sin pronunciar una palabra,
de un salto llegue a cerrar la ventana,
le di dos golpes a la almohada y me dormí…
Acabo de llegar de mi paseo por la playa,
es mi ritual de todos los inviernos…
Me han dicho que no existen las brujas,
que solo fue un sueño, no una premonición…
Pero en algo tenía razón,
Ya no soy un don Juan,
Deje de ser un picaflor,
Ahora soy un viejo tonto,
Con un corvo en el cinturón,
Esperando conocerte,
Para entregarte mi corazón.
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