Coercitiva fe ciega


Desconocemos si para crear se necesite primero creer,
o si para creer se necesite primero crear,
Lo cierto, es que nos obligan a creer por creer,
Cuando nos niegan el derecho de crear antes de creer.
Crear un Dios antes de creer en él sería lo racional,
Aunque la religión cree en él antes de crearlo, siendo lo irracional.
Pocos confían en credos por convicción autónoma,
Sino más bien por sumisión servil.
N
Ni mucho menos, creer en lo que realmente sabe.
Idolatran deidades hipotéticas e inverosímiles,
Venerando utópicos personajes alegóricos.
Realmente nadie cree en dioses por cariño hacia ellos;
Más bien lo hacen por temor al purgatorio o al infierno,
Justifican una devoción absurda y amenazante,
Escudada tras una farsa redentora.
La religión es la trampa más perfectamente creada,
Pues termina subyugando con éxito a cualquiera;
Exhortando con demagogias malsanas al ignorante,
Mientras intimida con su ultimátum al sabio escéptico.
Quien profesa desmesuradamente el altruismo,
No lo hace por misericordia hacia su prójimo,
La verdad, es que sólo practica esta obsesiva filantropía,
Eludiendo las consecuencias de contradecir una omnipotencia divina.
Falsas promesas acerca de un paraíso engañoso,
Ilusionan y motivan a todo ingenuo devoto,
Asegurándole que siempre alcanzará la felicidad absoluta,
Paradójicamente, si renuncia a su absoluta felicidad siempre.
La religión trata de enseñar a que nos encontremos con nosotros mismos,
Mientras a la vez, propicia que nos alejemos y perdamos de nuestra real esencia,
Llenándonos de incertidumbres y dudas opresoras
Que terminan atentando contra nuestra evolución integral.
Conoce más del autor de "Coercitiva fe ciega"