CAOBA

Cuando veo las boas liquidas de tus venas secas de savia,
furiosas rompiendo la tierra,
intentando llegar a donde estaba el agua.
Siento el dolor de tu alma muriente;
Y mi corazón sucumbe humilde
a tu doliente lamento.
Levanto mis manos con tu tierra sagrada;
y prometo amarte aun después de la muerte,
fundirme en tu verde armonía desamparada
para nutrirte con mi amor boscoso,

reverdecer juntos contemplando la luna,
bañando las mañanas.
¡Tus ramas se erguirán de nuevo
listas al vuelo!
¡ sonriendo al mundo,
divinizando con tus frutos, al hombre, a los pájaros!
Tu ramaje cantara de nuevo las plegarias
de los pueblos.
Y tu yo, inventaremos cada día
un nuevo lenguaje, para saludar la aurora.
Nada empañara tu grandeza sacro símbolo;
Tu evidencia de vida ascenderá de nuevo
por siempre, lento y seguro, al firmamento.

Tanagarana, April 2015