Apocalipto

Se aparta la luz de mi alma,
fuente inoportuna desvela las añoranzas.

¿Qué puedes dar?, ¿Qué puedo darte?

El insolente deseo desvanece, bajo mi cuerpo físico.
Cada palabra que susurras a mi oído,
retumba, cual terremoto centelleante.

¿Porqué te alejas de mí?

T

u suspiro, augura el devastador entorno,
que amenaza con extinguir un sueño realizado.

¡Detente!
Apaga de tu corazón el recuerdo negado.
De esas angustias inciertas, porque deseo que niegues
esos impulsos, y aceptes el amor que puedo entregarte.

Nunca es tarde,
y la oportunidad está a las puertas de tu corazón.