Amor lascivo.

Sonrío y, acá entre nos, vuelvo a vivir los momentos de hace pocos días, cierro los ojos, me acuerdo de usted, hago analogías con sus besos, con su amor, si también recuerdo su timidez y en contrapunto; la soltura de su cuerpo, el calor, la rapidez con la que me desnuda el alma. La he tomado del torso y suavemente le cubro de besos, he visto de cerca sus ojos de un color café hermoso, muy cerca, hasta mirarme en ellos, he aprovechado para besar su frente y presionarle contra mi pecho y usted me ha abrazado (escuché un !te quiero!) Y cerré los ojos, confieso que no quiero creerlo, no me conviene creerlo; es tanta la distancia entre su corazón y el mío que más vale irme con tiento. No es que no crea en el amor, es precisamente por eso que me niego, que no me suelto, no puedo dejar que el corazón termine dando tumbos al desfiladero, es claro que; cuando sus problemas se hayan resuelto y el amor vuelva a su nido, usted me regresará a donde vivo, a mi Soledad, ese lugar donde mejor me siento. Si, usted me dice que no es verdad pero, es mejor decir con tiempo que el amor, dejará de ser novedad, que volverá a su cause el río y uno de los dos tendrá que naufragar. Quizá es mejor amarle así, dándole todos mis besos, mis momentos, mis te quiero, mis caricias como argumento, alimentando este amor lascivo, que hoy es novedad...

Amor lascivo, extracto de "Amor de un viejo"
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Adrián, México 17/08/2021.