Alfareros de amor


Alfareros de amor, cuánto me quisieron!
Sus callos, la rosaleda de una tierra laborable.
Arando las manos, en las que comieron.
Y en el alféizar de la madrugada reposan incansables.
Alfareros de amor, alejandros que afrutaron.
Los burdeles transitivos de mis ambages sostuvieron.
Como peajes de almanaques que se hundieron.
Y en el ateneo de sus rodillas, sus almas anclaron.
A
Más las tropas insurrectas de mis males, los vencieron.
De no ser querida queriendo, de no estancar mis párpados.
De no ser escafandra de hierro , rebelde en los anales.
De no ser de ellos, alfareros de un amor verosímil y sincero.
De no ser no querida ni esperando serlo.
Sin la cerámica de unos labios fríos como celestes azulejos
Que tragan el mar en el remolino del pellejo.
Alfaferos : hombres de mi vida que tanto me han querido.
Y la espuela perturbada de mi rumbo los ha abandonado.
Como guadaña basal que siega la cumbre de mi despedida
Los reversos del alma encuñan, mientras el dolor los atiza.
A todos ellos, cultiva mundanal este recuerdo
De las palabras sencillas, encadenadas, prometidas
Que pronunciaban los labios húmedos de sellos.
Hoy las atrapo como patria que arrecia lluvia.
P.D: para todos los hombres que me quieren y me han querido.

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