Aconteceres

El día estaba plomizo, lluvioso y amenazaba con no mejorar,
Llovía con tal intensidad que en algún momento,
Pensamos en desistir de hacer la caminata,
Que con tanta ilusión habíamos planeado,
Nos dispusimos a emprender el ascenso,
Cabizbajos y en silencio comenzamos la subida
Pertrechados y con ganas enfilamos hacia arriba,
Oíamos las gotas caer sobre nosotros,
Habíamos decido seguir y así lo hicimos,
Durante el trayecto aminoró la lluvia,

En un momento nos paramos…
Gritamos nuestros nombres y...
El eco nos devolvió el sonido,
Continuamos con la marcha…
La lluvia había decidido seguir con nosotros,
Solo se oían nuestros pasos sobre el grijo
y la persistente lluvia sobre nosotros,
Íbamos en silencio, cabizbajos, pensativos,
Cada cual según su paso,
Hasta que vimos que no pararía,
Decidimos dar la vuelta y regresar.
Encontramos al grupo tomando el aperitivo,
Seguidamente nos dirigimos
A una pequeña iglesia que había en el lugar,
En el atrio había unos bancos que,
Dispusimos a modo de restaurant,
Comimos y disfrutamos de las viandas en común.
Seguidamente y de forma espontánea
Cada cual hizo su representación…
Tuvimos al rapsoda y al mimo o diré a la mimo
No perdíamos detalle, fue un placer escuchar,
También el culturismo dejo constancia
De su esfuerzo y trabajo en el gimnasio,
Hubo cuentos, cantos, chistes y gracientas.
Hasta las tudancas miraban cuando nos oían
Cantar “Soldadito marinero”
No teníamos prisa,
No queríamos romper la magia de aquel lugar
O tal vez la magia estaba en nosotros
Estábamos muy a gusto… se notaba en el ambiente.
Era en los Llares y el Nogalón,
Sitios de reunión de risas y diversión…
De muchas convivencias de disfrute y distracción.

Autor: Marvi.
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