Voces desgarradas
Que nuestra locura se apodere de cada parte de la tierra,
que nadie nos pueda robar aquello que amamos y respetamos,
que el odio se convierta en incienso de una mala noche,
que el humo se vuelva áspero y doloroso,
en aquellas almas que nos quisieron maniatar,
que nunca nunca se nos olvide quienes somos.
Que las paredes no nos hablen,
pero que nunca se olviden de escuchar.
Que los huesos se rompan,
Que las lagrimas caigan,
pero que sean de alegría.
Nuestra voz es el puñal que rasga cada ropa,
cada alma, cada corazón.
Que nunca nos quiten nuestra dignidad,
que se pierdan los sueños rotos.
Que la luna nos alumbre en las noches oscuras,
que el sol nos llene de fuerza,
nunca nos podrán quitar aquello que no les pertenece,
que no nos quiten las ganas de vivir,
nuestra voz es nuestra,
nuestras ideas son nuestras,
nadie nos puede quitar nuestra dignidad,
que no se atrevan.
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