Viaje a media Luna
En las piedras que dejé atrás,
en las joyas que rechacé,
el sudor se mezclaba en las lágrimas,
el cansancio perpetuo
se juntaba con el insomnio de la falsedad,
en la mentira arremolinada,
se hacían hilos su naturaleza,
y un tejido nacía en el mañana del más allá,
hartándome de orgullo vano,
cubriéndome, sin siquiera quererlo,
El camino es árido,
y los pensamientos hacen más pesado el viaje,
prefiero coger piedras y lanzarlas cada vez,
antes que recordar,
antes que mentirme y desear no saber,
no haber visto,
ni haber escuchado nada más...
Las suelas sienten,
como si fueran las plantas de mis pies,
sienten que la emoción se apagó,
y que los domingos conservan tan solo el nombre del día,
ahora solo son sombras y ruidos desvaneciéndose,
un horario raído,
una tela delgada que no protege,
tan frágil,
próxima a ser desechada...
Un asiento a lo lejos,
me invita a descansar,
no quiero parar,
el sueño es la última tentación del olvido,
un último paso que no quiero dar.
Conoce más del autor de "Viaje a media Luna"