Versos en la tormenta
"Un errante navío, en el crespo oleaje,
zozobra por la cruel sentencia.
Marejada que mengua su coraje,
y enturbia la razón y la elocuencia.
¡Ay! Sacudido por el vil espanto,
implora la clemente presencia
de los versos y del cándido canto.
Oh musa, tú, piadosa y solemne,
evocada en el postrero semblante,
faro distante, mi fiel amante.
En la hora de aflicción y pena,
no abandones al triste suplicante;
mitiga, oh luz, la eterna condena.
Mas no olvido la deliciosa rima,
plácida consonancia armónica,
consuelo de mártires y verdugos,
caricia suave, poesía estoica.
Canta las odas y las tristezas,
evoca antañas gestas heroicas,
de profundos amores, de añoranzas.
Tormentas de quebranto, miserable prosa,
templaron la vibrante y fiel llama,
otrora indómita y briosa,
memoria viva, fulgurante flama.
Hoy sigues por un rumbo más estrecho,
aunque la muerte tenaz la reclama;
empero arde en el agobiado pecho."
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