A veces, cuando me despierto.
A veces, cuando me despierto, y abro
mis ojos a la luz del día, siento que
sus rayos taladran mis pupilas
penetrando hasta el fondo de mi entraña,
prendiendo almenaras de ilusiones en
mi pecho y esparciendo llamaradas
de alegrías en mi alma…,
y que las ganas de vivir navegan
por las venas de mi cuerpo y me llenan
lo hace en la mañana, esparciendo
sus luces por el cielo…, proclamando
la victoria de la vida con el blanco
resplandor de sus rayos matutinos
y sus colores tan bellos…,
que a mi alrededor todo está en calma,
que siento un placer inmenso, que tengo
la suerte de tener una familia
y el calor de unos amigos…,
que mi corazón se convierte en una
píxide muy grande para que viva
-entre el flujo de mi sangre- el milagro
generoso de la obra del Señor…
Pero eso, es tan sólo a veces, otras me
despierto sumido en la tristeza y en la
melancolía, y empiezo a llorar como
un niño en los brazos de su madre,
asido a los pliegues de mi cama e
inmerso en los miedos que me invaden…
¡Ay que ver cómo es mi naturaleza,
que a veces me eleva hasta los cielos y
otras me aplasta sobre el suelo, bajo
el peso de la historia de mi vida
y la losa del mañana..., abrazado
a los vientos de la pena, de la angustia
y del dolor!
Autor: Francisco López Delgado
Todos los derechos reservados.
Conoce más del autor de "A veces, cuando me despierto."