Una Mañana no es todas las mañanas (para Pali)
Una mañana no es todas las mañanas (para Pali)
Hace ya un tiempo, a veces parece una eternidad y otras veces pocos minutos, que transcurro de la ansiedad y la angustia a la incertidumbre y el miedo.
Ansiedad por verte y angustia de no tenerte cuando te veo.
Incertidumbre de verme en tus ojos y sentir que no me ves y miedo de que ya no vuelvas a mirarme.
Y el deseo de vos que enceguece mi piel mientras estoy despierto, que es casi siempre. Sueño poco y desenfocado.
Un deseo que es una fiera feroz e insaciable que devora mi costado sin piedad y sin olvido.
M
Que no llegan. Que se pierden.
Entre la fiera y el miedo queda muy poco de mi. A veces nada.
Es poco lo que puedo darte.
Cómo compartir lo que huyó o fue devorado?
No amarte ya no es una opción.
Resulta más plausible olvidar mi nombre o mi cuerpo.
Puedo, quizá, escapar por una ventana en la noche, como un ladrón, y llevarme tu recuerdo; tu aliento en los labios.
O cruzarte en la calle de mi soledad y mirar hacia otro lado; pretender que no te he visto.
Pero nunca dejar de amarte.
Me hundo en la almohada escuchando tu respiración que se entrelaza con la mía y velo tu sueño.
Sin luz alguna te veo en mis ojos abiertos e inundados de noche y fuego.
JMV
16-VII-15
Conoce más del autor de "Una Mañana no es todas las mañanas (para Pali)"