Un cuento sin Frida.

¿Porque tardas tanto?,
La felicidad ya perdió unas horas, unos días, tal vez meses,
La cena sigue servida, las velas consumen el fugaz aire.
Su nombre es Frida, ni el alma se desnuda, dicen ellos,
Los sueños, ellos me cuentan como cierras tus heridas mientras
Sacrificas las alas de tu frágil corazón.

La mala suerte toco la puerta, ¿otra vez?, pregunto sorprendido,
Guardo tu total anonimato entre sonidos de viejos acetatos.
La mala suerte es un viento que remueve un reloj de arena,

¡Frida!, ni el alba te conoce, cuentan las aves que vuelan en mi amanecer.

Cada noche he escapado a tus pensamientos ,
Enterrándolos en brazas profundas, atragantándome tu humo,
En un acto suicida e indolente.
Despídete Frida, ni el amor puede contigo.

Te imaginé sin conocer tus recuerdos,
Extrañe tu voz y la dibuje en medio de verbos infinitos,
Esto no es un final abierto, en un juego pospuesto,
Buenos días y hasta luego, ¡Frida!, ni el adiós hará olvidar a un extraño.

Mario Sánchez.
Junio 01 de 2018.