Última Velada
El juego comienza esta noche,
los ruidos mudos moran en las frías tinieblas
y un mar de dudas inundan mi pequeña cabeza,
erizando la frágil y delicada piel
que de tal seda parece que fuera.
El miedo cunde en cada esquina, cada rincón...
y envuelve fríamente aquel que lo sufre,
el tiempo se paraliza drásticamente,
las miradas frías que vagan fuera de la ventana
Un ruido, un susto, un suspiro, un lamento,
el frágil corazón late con más fuerza,
las venas bombean constantemente la sangre escarlata
que lleva con sigo el propio ritmo del alma.
Mis ligeros parpados ya no se cierran,
es inútil desviar la mirada desenfrenada,
pues la sombra que moraba tras mi ventana
susurra que esta será nuestra última velada.
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