SIN LUGAR

Eran tres sueños,
tres amigas y yo decía:
Dios las envía,
de las tres
una será mi amada.

Sonrisa: práctica,
emprendedora,
inteligente como ninguna,
activa y seria como la vida.

A

morosa: Toda pasión, ingénua,
juguetona, bromista.

Ideal: Religiosa,
buscadora segura
de un mundo bueno.

Eran mis tres sueños,
con respeto las cuidaba
según yo mientras elegía,
en mis labios no había mentira
para no herir el corazón
de mis tres alegrías.

Y los tres sueños
se desvanecieron
en pocos días
y anoté la siguiente nota:
Solo intenté probar
que el amor es importante,
que importante la caricia suave;
el sentimiento puro;
es tan solo que soy tan mundano
que al verlas tan limpias
me dije:
¿Cómo están tan llenas de vida
en un mundo tan involutivo?

Las tres
de distinta manera dijeron no;
¿A dónde voy yo?
¿A la cantina,
a la guerra,
a las contiendas
de la sociedad,
la acción y la idea?

Yo voy
a limpiar mi llanto
en la soledad,
en el misterio
de mi poema.

Me encuentro sin lugar
en esta tierra
solo
con mi poema.