Tengo un dolor

Tengo un dolor
y este dolor es la primicia que ofrendo
al clarear el día.

Otros seres brincan, pían, ladran...

Yo, me duelo.

Dolerse es algo muy nuestro.
Digo, dolerse sabiendo el por qué.

Dolerse fingiendo.
Dolerse musitando maldiciones.
Dolerse y abandonar la fe.
Dolerse y morderse el labio.
Dolerse y hacer del dolor una plegaria.

Eso es algo muy nuestro.
Multitud de dolientes, dolorosos, adoloridos.

Luego, al candor del mediodía,
el dolor se dora, masculla agradecimientos alrededor de una mesa
para seguir doliéndose el resto de la tarde.

Dolores en las alcantarillas, en los desagües,
dolores en las canoas, en las muflas, en las manillas de las puertas,
dolores en los algodones, en las ventanas
y dolores como rabias en las camas de los moribundos.

Nos une el dolor
que es señal de estar vivos.

O acaso, nos une la vida
para dolernos.