TE FUISTE UN DÍA DE OCTUBRE

Te fuiste un día de octubre
apresurada, como quien quiere
que el viento se lleve su recuerdo al fin.
Te fuiste un día de octubre
y mi corazón con cada día te extrañó,
en el azul del cielo, lejano, distante
mis ojos melancólicos reposaron
en el brillo intenso de tus lágrimas
que reflejaron a mi ser.
Te fuiste un día de octubre

con la promesa de volver...
Y hoy, dos días después de tanto tiempo
tus brazos rodearon mi cuerpo
y mi mejilla recibió tus besos
creyendo que volviste por fin;
más no era cierto
volvió la que no se fue de aquí.
Y mi corazón que recuerda perfectamente
se ha perdido en el lindero de lo no creíble,
en las nebulosas de un cielo que te vio partir.
Te fuiste un día de octubre
tal vez te fuiste dos veces
porque dices que volviste sin ser lo que fuiste al partir;
y yo, ahora, camino en mi recuerdo
buscando un octubre que me acerque a ti.