Sueños de abandono
Consígueme un vaso de sueños,
podría beber de él
y luego mandarlo contra la pared.
Quizá se sosiegue
mi alma destructiva,
quizá me ahogue
en el mismo vaso,
pero tráemelo.
Camuflado en un
cuando
la aurora angelical
que me envuelve
se nuble y estinga,
permíteme romper
algunas cadenas
y
liberar a los monstruos
con la vertiente
de esa copa.
Ayúdame.
Voy a dar de beber,
a los desquiciados
en el mundo subconsciente,
una gota de ese veneno
que te cargas.
Me dilataré
por las sombras,
contando mis venas
y marcando en sangre
el destino inóspito
de los bendecidos
por el ángel negro.
Voy a tomar tu mano
e inhalar de ella vida.
Planeo sembrarte
la desesperanza y
alimentarme de ella.
Tráeme en un frasco
tu alma,
Desahuciame,
y sírveme
en un vaso de sueños
ese veneno que cargas.
Quizá así me sociegue
o en la noche me diluya
contando marcas pérdidas.
Voy a abrirte paso al pasado,
beberte en
los restos de sueño,
tomarte en este
vaso ahogado.
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