Sopita de pollo...
SOPITA DE POLLO ...
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"Dueles. Dueles es uno de los mejores cumplidos que jamás podrán decirte.
Para doler, antes tuviste que importar ..."
Sábado Santo, 19.30 pm.
Termino de meter las maletas en mi viejo, amado y abandonado mustang.
- Oh, siempre odié tu audi, por cierto -
Que espantoso darte cuenta que después de tanto tiempo, tu vida se reduzca a un par de maletas, una mochila desgastada y un pasaporte con menos timbres que la calle donde mi abuela nació...
Acelero sin mirar atrás, dicen que es de mala suerte.
Dolió.
¡Mierda, cómo dolió!
Dolió más el hecho de hacerlo, que tu mismo. -¿Raro, no?-
Ah, llevo café.
Dolor y café... Nos conocemos bien los tres.
Nada sabe mas amargo que el café de la ausencia, bien lo sé yo. Éste no es el primero de esa variedad que tomo de madrugada. Pero también sé, que nada es más dulce que el primer café de la mañana después de la tormenta, con el sol entrando por el parabrisas
diciéndole a mi carita, hey ya pasó. You are fucking free!
¡Maldición! ¿Porqué será que cada despedida, me lleva
a recordar otras y otras y otras?
Porque por muy pesada que sea la armadura que llevas puesta,
hay algunas despedidas que son provocadas por gente que se te oxida desde adentro;
otras, por obra y creación propia de falsas historias...
Esas falsas historias tan necesarias para sanar pesadillas antiguas.
Para iluminar miedos, miedos de esos que miras y no recuerdas ya con qué heridas te nacieron.
El problema es que el pasado es un lugar hermoso y a veces de seguro fué mejor, pero no es un buen lugar para hacer nido.
- Si sé, estás pensando que nos quedaron pendientes varios recuerdos...-
Ya casi amanece.
Necesito parar, llevo horas manejando y no recuerdo la última vez que comí.
Cuando salga el sol, todo esto será pasado.
¿Qué extraño suena eso verdad?
Tu y pasado hilados en la misma frase...
Trato de concentrarme en el escuálido menú que se reduce a pollo con papas fritas o papas fritas con pollo. ¿Será que pedir algo orgánico en un boliche a orillas de la ruta a las 6.00 am, estará fuera de lugar?
Si. La cara de ese camionero en la barra, que al agacharse deja ver algo más de lo que me gustaría, lo confirma mientras engulle algo grasoso. ¿Habrá sopa de pollo? , mi abuelita decía que todo sana con sopita de pollo...
¡Dios! El aroma de tu piel aún está encima mio, y a estas horas ya debes ir volando de regreso a casa,con tu esposa...
Buen dato el que omitiste comentar.Tu esposa.
Dime, ¿entiendes que esto no es personal mi amor?
Entiendes que yo, y mi otro yo tenemos que refugiarnos por nuestra propia protección?
Comprende que voy a extrañarte hasta las esquinitas de mis huesos, esos que están partidos en mil ahora, mientras aún te hablo en voz alta como si estuvieras aquí;
porque no sé vivir sin ti.
Pero aprenderé.
En fín, quizás la vida sea eso. Caminar y no dejar que las cicatrices nos frenen.
Y pese a que amo todas y cada una de ellas, ya no quiero mas noches como esta.
Voy a enterrar todas las cicatrices que me has dejado, en el mar de una vez.
Todos somos dibujantes de recuerdos, y debe ser bonito aprender a dibujar cosas nuevas.
Qué horror, esta carretera parece más larga, ¿me habré equivocado de ruta?
En fin, - por fín está despertando el sol -
La noche se fué y con ella los recuerdos que nos quedaron pendientes.
¡Ja! Suena en la radio esa canción, "Mi primer día sin verte" de los Enanitos Verdes, ¿La recuerdas? esa que oíamos
Abriré la ventana y que sea lo que el viento quiera.
Dejaré que entre la luz y me limpie el sol, de oscuridad ya sé demasiado.
Sabes? Encargarse del propio corazón roto era lo normal.
Procurar proteger un corazón ajeno, eso es de grandes caballeros.
Y de mujeres? De grandes mujeres es escribir esta carta de despedida después de abandonarte
y no antes con la patética esperanza de que me detuvieras cabrón !
Que tengas buena vida, querido...
Oscurece de nuevo, que distinto se ve este pueblo después de tantos años...
No debí detenerme tanto tiempo, no reconozco ni mierda de noche.
La alameda no ha cambiado y me marca un camino conocido. Al final de la calle hay una luz encendida.
Ahí está ella, sentada en la entrada de la casa tejiendo...
Al fin algo de calor y emoción me entibia el alma !
- Hijita! Llegaste mi niña... Tardaste, te esperé todo el día.
Lo siento abue, han sido dos eternos días, me abrazas?
Me rodeó con dos bracitos delgados y ancianos pero con la fuerza de recompener cada uno de los pedazos que quedaban de mi y que se dejaron caer derrotados en su abrazo...
- Mi niña! Será que aún tienes ese auto tan viejo y destartalado?
Créeme abue, está mas entero que yo, le dije con un suspiro de voz.
Me miró profundamente a los ojos con sus bellos luceros azules y dulcemente
sonrió tomándome de la mano...
- Ven hija, entremos, hice sopita de pollo...
Vicenta Der.
2015.
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