UN VELO Y LA NOTA MÁS TRISTE

2022 Oct 04

UN VELO Y LA NOTA MÁS TRISTE
Manolo sentía el bienestar del progreso y su buena salud, además de contar con muchos amigos; sin embargo, un halo de tristeza le acompañaba desde unos años atrás.
Aquel sábado por la noche, cuando conducía su convertible negro hacia el club, el semáforo hizo que se distrajese por un lapso en la pista, cuando a su derecha distinguió una dama llorosa que a la vera de una iglesia levantaba su brazo haciendo señas en busca de movilidad.
— ¡Cielos! Sí, es ella. ¿Qué hace ahí sola y llorando? —Se dijo, notando que a pesar del velo en parte de su rostro y tener una mano tratando de ocultar sus lágrimas, no podía ser otra que su antigua novia.
Y sin pensar más, al cambio de color de luz acercó su coche hacia la dama y abrió la puerta. Ella indicó ir atrás e ingresó apurada. Ya en movimiento, Manolo preguntó hacia dónde llevarla pero, ninguna palabra de respuesta; solamente señas con su diestra. Mientras tanto, una rara sospecha se fue apropiando del conductor, porque sintió unos olores a incienso y desinfectante inundando su coche. Poco a poco, la desconfianza y el temor fueron tomando lugar en su mente, en una lucha silenciosa contra el sano juicio.
— ¿Hacia dónde ahora? —preguntó de nuevo, para confirmar de pasada que no era todo una rara ilusión, una ofuscación de sus sentidos.
Y otra vez las señas de respuesta.
Y Manolo, viendo por el retrovisor, siguió forzando a sus recuerdos de antaño, como si un poder sobrenatural le obligase a un insólito juicio de amor.
De pronto la dama se levantó de su asiento indicando estacionar y salió con tal apuro hacia una puerta que se veía abierta y bien iluminada. Y en el asiento se habían quedado su velo y una hojita de cuaderno de notas. Manolo tomó los objetos y se dirigió a la casa donde ingresó su pasajera. En la entrada le recibió un anciano vestido de negro y muy triste.
— Buenas noches caballero, ¿a quién busca? —preguntó.

— Una dama ha ingresado dejando sus cosas en el carro —respondió.
— ¿Qué? Eso no es posible —dijo el anciano enlutado, agregando —por favor pase y compruebe usted.
Así fue que, por sus propios ojos, pudo saber que su antigua novia se había casado y se hallaba ahí en su capilla ardiente, acompañada por sus familiares. Entonces Manolo, notando que su visión se obnubilaba y sin atinar qué más hacer en casa ajena, salió dejando el velo negro. Estando ya en trayecto, se dio cuenta que gruesas lágrimas recorrían su piel mientras leía.
— “Perdóname amor”.
Y en su mente, acordes del más bello vals se alejaban también.

© Derechos Reservados de Autor.
Acompaña el más famoso vals.

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2022 Oct 04

Artífice de Sueños MARS rh
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