SOMOS

Somos entes castrados de dos ruedas
(se venden paisajes, cachitos de cielo,
fantástica sed de cuento para no dormir),
somos ruido artrítico de grito arrepentido
(los árboles callan su particular visión del mundo,
atravesados por parásitas alfombras de razón),
somos lengua bifida de flores asmáticas
(en todos los ojos, aceras de olvido presagian
vómitos de carne cayendo sobre las manos),
somos migración de terror a cuatro patas

(los sentidos atenazan este canto de sirena
para olvidar la lucha nubosa de los días),
somos pan minado de llaves crípticas
(desde el cielo se adolece de especias locomotrices
hasta donde la vista puede alcanzar),
somos falsa noche de fuegos artificiales
(las nubes estornudan, ateridas de ardor glacial,
no dando tiempo a escuchar sus danzas epilépticas),
somos colores arquetípicos de deluidas bocas
(a veces el firmamento copia el gris caleidoscópico
que crece inmenso desde la faz de la tierra),
somos anhelo de risa y deseo de carcajada
(las rocas languidecen etéreas al sentir el respirar
el verdadero abismo que envuelve nuestras auras),
somos plastificadas anclas de perdida memoria
(desde que se intuye el primer latido materno,
nivelamos nuestra nostalgia con vientos de exterior),
somos ciego devenir de olvidado mundo
(si a nuestro alcance llegase a estar el entender la vida,
quizás confundiríamos la paz con el objeto más sublime existente),
somos el vacío más profundo posible y nos enorgullecemos de ello
(si dejásemos de vez en cuando el absoluto colgado en la percha,
quizás el infinito nos pudiera llamar "hermano mío" a solas).