Si pudiera.
Si pudiera, rompería mi tristeza
como lo hago con las hojas donde escribo
tu nombre y mis poemas…
Si pudiera, me encaramaría al árbol
de la alegría para pregonar desde
arriba lo mucho que te quiero…, para
decir que no puedo vivir sin ti, sin tus
besos y caricias…, para que vibren con la
fuerza de mi amor hasta las raíces de los
la penumbra de las frondas de mi huerto.
Si pudiera, me haría una guirnalda
de sonrisas rojas y amarillas para
ponerla en los labios de mi boca…,
y pintaría con las luces más brillantes
el iris apagado de mis ojos, los
espacios absolutos de mi alma,
los ensueños que palpitan en los zulos
relegados de mi historia
¡Ay si pudiera…!
Si pudiera te haría un camino para
que subas al cielo, un sendero largo
y ancho, hecho de arrullos y besos… una
estancia -un refugio dentro de mi pecho-
¡una hoguera inmensa para abrasarnos
con las llamas de mi amor!
¡Cuántas veces soñé con acariciar
tus manos y andar por las sendas y los
campos olvidados de tu cuerpo, que en
el horizonte de mi mente se pierden
como ríos solitarios…!
Si pudiera... -si tuviese fuerzas para
hacerlo-, rompería todas las paredes y
ventanas de mi cuarto y volaría hasta
el cenit inalcanzable de tu pubis y
las cimas blanqueadas de tus senos…
Si pudiera hacerlo, lo haría ahora mismo,
pero estoy en mi nostalgia preso…, atado
al sillón de la impotencia con las cuerdas
dolorosas del olvido, la distancia
y el silencio.
Autor: Francisco López Delgado.
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