SECUENCIAS

Imagino a veces
que fui yo quien se marchó
con cierto aire indiferente,
como si después de amarnos
me distrajese el alto vuelo de un gavilán
y me hubiese alzado tras su rastro
igual que una delgada hoja
Me gusta pensar que aún me esperas
con la última sonrisa que te recuerdo,
y que tu sangre grita mi nombre
para que yo vuelva de nuevo
con las mejillas rojas y la piel tan tibia
Y sin embargo,
no me engaño,
no hubo nada indiferente en mi abandono,
nada rozó con suavidad mi frente,
quedé tendida y sin amparo
bajo la soledad tan fría
A veces me gusta imaginarme otra,
Pensar qué habría sucedido
si no hubiera bebido de tus labios,
o si al hacerlo, algo me hubiese distraído,
un gavilán, un aleteo suave detrás de la arboleda,
un grito sofocado en las entrañas,
y me hubiese levantado, fugitiva,
inalcanzable como una ola,
sin que tú supieras qué me hacía tan ausente
y me arrastraba
Sin que tú pudieras retenerme
Y te imagino
Abandonado
Pensando qué fue de la pureza
Te imagino así,
Igual que yo,
bajo el mismo sol
Sediento

Conoce más del autor de "SECUENCIAS"