RUEGOS

2022 Dic 08
Poema Escrito por
Aube Moses

Anoche... Árboles y viento... Conversaban,
con violencia actuaron,
sus brazos y manos furiosos bailaron.
Y esta; inútil ciervo; se escondió en su jaula de cemento,
creyendo evitar lastimar su cuerpo.

Pero... Ellos solo estaban lamentando sus penas,
tantas horas, días, meses, años entregándose...
Siendo objeto maravilloso de aquel pintor,
que no exigió más que amor y cuidado,

labrar la tierra, sembrar y cosechar su esfuerzo.

¡¡Oh, señor!! Cuánto daño hemos y hacemos.
Señor, temí anoche, de algo tan bello.
Este humano fue temeroso de tu gracia divina,
obra inmaculada, benevolente a tantos seres.
¡¡Oh, señor!! Pintor que tuvo beneplácito,
entregar de su cuerpo transformado en alas de viento,
la dulzura de sus ríos, el verde de sus bosques,
lo multicolor de sus flores, el furor de los volcanes,
la pasión de los frutos, la blancura de las nubes.
¡¡Oh, señor!! Que desgraciados e incrédulos,
hundimos el rostro en nuestras manos
y pegamos las rodillas al suelo,
rogamos incesantes por que escuches plegarias y ruegos
¿Acaso escuchamos tus consejos de padres?
¿Acaso cumplimos los mandamientos por amor y no por miedo?
¿Acaso vestimos virtudes, las rasgamos y donamos?
¿Acaso el indignarnos nos convierte en mejores humanos?

Señor... Está inútil ciervo, por vez primera fue cobarde.
Desde mi puerta escuché sus lamentos;
El ser que a imagen y semejanza creaste, destruye todo
sea por miedo, poder, rencor, dolor y dinero.

Que superficiales unos, maliciosos, codiciosos otros,
todos en tu nombre levantan banderas,
orgullosos inflan el pecho por embustes iniciar guerras,
como cuervos se congregan, sus graznidos esparcen
infundidos por cualquier medio y enaltecen
sus engaños al conquistar en tu nombre.
Señor, esta inútil ciervo fue temerosa de tu obra
vulnerable a los humanos y al mismo tiempo.

Señor no soy más que un jornalero,
mis manos labran la tierra,
me inco en el suelo, me maravillo cuando al secar
el fango del terreno, debajo de paja podrida,
germina una semilla que no he cuidado,
si no las condiciones que has dejado,
proveyendo calidez sin lastimar su cuerpo,
si cae se levante y de buenos frutos al tiempo.
Soy un jornalero porque a ciervo no llego.
Soy parte; aún cuando me extasio de tu obra;
de esos incrédulos que hunden su rostro
y pegan las rodillas al suelo, cuando desgracias,
tocan la puerta y solos... Sacarlos no podemos.
Solo ahí clamamos e imploramos desesperados
por que intercedan por nosotros ante tí angeles y santos.

2022 Dic 08

Aube Moses
Desde 2020 Sep 30

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