QUISIERA

Quisiera que supieras:
Que te extraño, que me faltas,
que no acepto tu ausencia,
ni el silencio de tus palabras.

Que las cosas no son como eran,
como siempre fueron,
como quisimos que fueran...

Que pasan lentos mis días,

eternos los años, los meses,
y son muy largas las semanas...

Las noches no me duermen
y me mantienen soñando
los abrazos que me dabas.

Voy al camposanto del amor,
y te busco y te llamo en vano...

-¿Por qué te fuiste?
¿Por qué te llevaron?
¿Qué mundos te retienen,
que por más que los busco,
ni los encuentro ni los hallo?

Aquí, en este terrenal antro,
como puedo, consuelo mi deseo
de tus caricias, de tus besos,
de todos aquellos abrazos.

Me llegan las madrugadas,
como centinelas de guardia,
para mantener tu ausencia
en la frialdad de mi cama.

Trato de encontrarte
en los recuerdos del alma.
Te sueño, te beso, te abrazo,
y despierto a la mañana,
abrazado a mi almohada...

Quisiera que supieras:
cuán grande es la soledad
que sin querer me dejabas.

Así pasan mis días,
olvidado de las almas,
vagando por los sueños
de la realidad que me falta.

Ando buscando el camino
que hacía tí me llevara,
pues vivir sin tu querer,
es vivir sin esperanza.

Me dicen que hay un camino
que hacía tí me llevara,
en el que todo concluye,
en el que todo se acaba.

Pues si ese es el camino,
de nuestra rota alianza,
¡venga presto, presto a mi alma,
que quiero estar junto a tí,
porque a mí ser le haces falta!

Hoy quería que supieras:
Que te extraño, que me faltas,
que no acepto tu ausencia,
ni el silencio de tus palabras...