Prefiero el Vacío

Hablarle al vacío resulta refrescante
cuando el vacío no tiene cuerpo
ni labios, ni opiniones, ni necesidad acuciante de mi
me gusta hablarle al vacío porque me libera de la eterna insatisfacción de tener que relacionarme
y buscar en esos encuentros menos que fugaces
la profundidad insondable que ansía mi sed
Prefiero el vacío, la noche inmensa,
prefiero el silencio que aprieta los oídos
prefiero la falta, la ausencia en el distante fuego de estrellas sin nombre
prefiero estar disuelta en esta especie de muerte dulce, que acaso sólo murmura silbidos de pajaritos durmiendo en los árboles del barranco

Mi apasionado impulso (si existe) se regodea en el pausado ascetismo de invierno,
en la imagen del hombre que cuelga de cabeza voluntariamente.