PORCIÓN

Cada paso en tu camino, es un pedazo de ti, es una poción de vida.
En el andar y el hablar con fulanos y conocidos, dejas una porción de la vid de tus días.
Entre llantos y alegrías se esfuma en un breve momento, aquello de tan anhelada vida.
Llegan los tortuosos escenarios que te asfixian, tu trabajo y la tan abrumadora rutina, llevándose entre sus garras a una mayor porción de tu bella sinfonía.
Y como gotero, lento pero con su gota constante y precisa, se va escurriendo entre tus dedos todo aquello que llamas vida.
Pasan las horas, días y años como miserables instantes, que deberían llegar como memorables; llegan sin reparo como balde de agua fría.
Porque has cubierto todo lo que te niegas a aceptar, con vacíos, robando la imagen falsa de nebulosas tonterías y dejando en su lugar al frío intrínseco de tu dura y propia utopía.