Poesia de una vida por contar.

Tantas veces me faltó la coherencia en mis escritos.
No se me moleste reina, ahora mismo se lo explico.
No hay lugar en mi mente para la lógica y el sentido.
Sólo guardo un par de rimas y el ritmo de tus latidos.
Tardes de metáforas a las afueras de la ciudad,
no era solo poesía pues hacíamos algo más.
Es un tipo de arte que el promedio no conoce.
Un estilo de amar que no oíste de las voces.
Pero la realidad cambia como la naturaleza,
Y no pudiste prometer no creer al falso profeta.

Dejaste nuestro camino lejos de llegar a meta.
Tu que hablabas de destino ahora ya te da pereza.
Mentiría si dijese que deseo verte feliz;
aunque,a regañadientes, le agrego un matiz.
Pagaría por verte eternamente sonreir,
Si esa risa entrañable solo fuese para mi.
Si la sangre llega al río por pasionales motivos,
no critiques que mis letras vayan solo a tus oídos.
Superé enfermedades, rechazo; soledad.
Pero el palo más amargo me lo dió la realidad.
La mañana en la que supe que el mundo se derrumbaba,
pagué por los platos rotos de los trozos de tu alma.
Siempre sospeché que para ti no fui suficiente,
pero hasta que no lo ves no es que la herida te escuece.