Pasiones de una Mariposa Azul
PASIONES DE UNA MARIPOSA AZUL
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Tanto deseo contenido...
Tanta pasiòn blindada por eternidades pasadas...
Sòlo logrò que en nuestro primer encuentro
esta vorágine de amor, pasìon y fervor
explotara con un simple primer beso...
A
¿Es que existirán otros mejores?
Suaves, tiernos, fuertes, poderosos... Intensos.
Agita mi cuerpo y hazme sentir
deseos que me atraigan como mariposa hacia tus destellos.
Deja que me cubra de ira y desenfreno
como volcán caliente en cada fisura
sumergiéndome en tus respiros
mordiendo estas noches
insomnes que me devoran...
Unas y otras
hasta teñir de sangre mi piel.
Esta noche tan sólo háblame cerca,
escribe bellos versos sobre mi
y hazme el amor en un vals de susurros.
¡Dios de mis noches, sabes como eso me gusta !
Necesito tu salvaje pluma
al compás de mis suaves quejidos
paciente y sin prisa.
Quitándome al fin el velo y descubriendo el pecho
de esta tu musa amada y terrenal.
Exudemos amor en libertad en cada gemido
en respuesta a tus manos profanando mi cuerpo
desangrándose por el filo de tu sable.
Desátame a fuego lento
cuando con movimientos complacientes y sugerentes
convoco a tus ansias profanas, paganas, bestiales…
Embìsteme, deléitame…
¡ Dame vida amor !
Haz de mi piel tu lienzo en blanco jamàs surcado.
Redìme tus pecados en el abismo de mis ojos
y cae derrotado por estas curvas benditas.
Túrbame, liberanos de una vez del ayuno inmaterial
al que la vida nos condena
y calma esa sed que tienes de café hirviendo entre mis piernas...
Gìrame y bèsame la espalda, dándome por perdida y tu...
Por conquistado.
Mientras entre letras pierdo la cordura cuando con tus manos escribes
versos prohibidos, cual ciego amante jadeando sobre mi espalda
haciendo de mis gemidos un coro eterno.
Ya no huyo, ya no huyes...
Anclado estàs en mi; dadivoso, hermoso e inmenso.
Ser que en su fondo guarda maravillas sòlo para mi.
En ocasiones bravo como lobo turbulento
pero de tu mano amor, de tu mano...
¡Amada me siento!
Toda esta descomunal pasìon nos unió en un poema infinito,
donde el mundo estallò y bendito sea dios...
Sòlo tu y yo fuimos responsables de èste,
nuestro universo.
Vicenta Der.
2015
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