Noche de nieve.

El blanco polvoreo
sacude mi cabeza
los lobos acechan.
Mis ojos cerrados
mi boca helada
no deja a los gusanos entrar.
Acompañantes no me quedan
y de esperarlos ya me aburrí
mis oidos poco escuchan
y mis pies tampoco resisten

por el trabajo que hacen los gusanos.
Mis manos vacías están
y de trabajar, ganas no me quedan.
Una sombra cada vez más se acerca
tock, tock, tock, tocan la puerta
gusanos o sombra ya no importan,
siento a los lobos respirar
con su sucio pelaje me empiezan a rozar
mis parpados empiezan a pesar.
Siento un abrazo
y ganas me dan de luchar,
pero fuerzas me faltan,
y los lobos y gusanos comienzan a atacar,
prisionero me siento de ellos
ese abrazo ya no puede ayudar...
Un aleteo se escucha llegar,
es un ave negra de dudosa amistad
su presencia a mi lado esta.
Me ofrece su supuesta solidaridad
pero ambos sabemos como acabara...