Noche

Noche, truculenta y mezquina,
que en velo y con vida me mantienes;
En bello recorrido acaricias mi cabello,
Con tu penumbra maternal.

Me desvelas y me controlas,
Posees mi alma inmortal,
El cuerpo escribe en papel,
El sentimento que esquivo va.

N

oche, una vez más planeas mi final,
En tu tumba de memorias, de delirios,
Y espejismos, me concedes el navío de la libertad,
Y sucumbo en el bravío mar.

Por ti me vuelvo paternal,
Ahora los amantes aullan,
gritan a la luna su liberación carnal,
Y despiertan en gemido infernal.

Mas que deseos me deparas?,
Si en el limbo no me dejas caminar,
Un camino del señor Cielo,
en la tumba con cruz de templario,
Las calaveras llorarán.

Dos puañales y veneno me atraviesan,
La garganta,se retuerce el saber,
con violenta odiesa llueve,
la sangre que brota en mi ser.

El pasillo del calabozo libertino,
resalta la belleza en la sangre,
evitando la bélica guerra,
que brota dentro de mí.

Noche, una vez más escucha,
el susurro de sirenas del cielo,
que en tu velo no encuentro el consuelo,
de la lágrima que vuelca la ilusión.

No miento si te quiero,
en soliloquios con el miedo me dejas,

Si hablo, me callas y te pierdo,
Si vivo, no duermo,
Si duermo, no vivo,
Y sin ti, me vuelco en dolencias.