No estas sola

No sufras por mis recuerdos
vaciados en mi corazón angustioso
donde tu memoria permanece despierta
entre las garras de nuestra difunta lealtad,
levanto las manos limpias
entre coplas y piedras sagradas
bajo el abrigo de un crucifijo cristiano
que anuncia el fin de la medianoche,
nacen sonrisas en nuevos labios
en palabras sin agravios

sin derramar lágrima siquiera
mientras nuestros corazones enfrían.

No estas sola,
escucha el sonar de tu voz,
no es un aullido lejano
en la noche desolada
por el amanecer incandescente de tu fulgor
que inspira a la mas bella
ilustración que enamora,
más no he gozado de tu presencia
en matices y perfumes,
tal vez eres dulce y hoy,
un lejano recuerdo,
¿Crees en la luz extinta sujeta
a la lealtad de mi tristeza?

Albergarte en tus pesares
no fue pecado ni festín sonoro,
fuiste la alborada de leña
en un crudo invierno
arrodillado en la llanura
donde en tus alturas
el vuelo del rumor murmura
secretos de mis encantos
que en vida solo tu no respetas
en tus apacibles y leales cultos.

Siempre estaré despierta contigo
en la blancura de tu lecho
invocando el dorado abrigo
de aquel noble tiempo ya desecho.