NAVIDAD DE MI NIÑEZ

Llegaba el olor a dulce y canela, pan de pascua y el chocolate caliente, queso fresco esperando por nosotros listo en la mesa. Era muy temprano pero la curiosidad no dejaba dormir desde la noche anterior cuando al menor ruido imaginaba oír a Papá Noel aparcando su coche halado por ciervos de largas astas. El regordete viejo de blancas barbas con su sonoro jo jo jo y cargado de fabulosos regalos, seguro que estaba ahí, pero a la final me dormía. Ya junto a la cama estaban, mi vestido nuevo, de tul como me gustaba, mis zapatos de charol; mi pelo lacio, enrulado la noche anterior con las viejas medias de nylon de mi madre, seguro que al abrirlas saldrían unos perfectos rizos que al peinarlos caerían como cascadas de claro café chocolate, pero nada de eso importaba, la curiosidad de ver lo que había dejado aquel gordito de cachetes colorados. Era costumbre dejar los zapatos debajo de la cama. Yo soñaba con mi muñeca dormilona de rizos dorados, porque quería peinarla. Los padres nos advertían ir a la cama temprano y dormir plácidamente para que Santa Claus dejará sus regalos por ser una niña buena.
Cuando por fin asomaba mi cara por debajo de mi cama. Oh sorpresa, ahí estaba la muñeca, pero no como yo esperaba, estaba hecha de trapo, no era dormilona, tenía su cara pintada con grandes ojos negros y una gran sonrisa, y el cabello? Pues al igual que su cara, todo era pintado! Por un momento me embargó una inmensa tristeza por la gran desilusión, pero al ver la cara sonriente de mi madre y diciendo hijita tal vez el próximo año tengas una muñeca mejor, corrí a los brazos de mi madre y la abracé muy fuerte y con sonrisas y abrazando a mi muñequita nos fuimos a desayunar. Ese día fue un día grandioso y feliz junto a mi familia y ahora cuando he sido madre y abuela comprendo los sacrificios que algunas familias hacen por darles, según sus recursos lo mejor a sus hijos, Ahora doy más valor a las cosas simples, por insignificante que sea lo que te regalan, lo debes aceptar con amor y humildad, aunque este sea tan solo una palabra.