Musa pérdida

Y en mi mente las palabras revolotean en una danza incontrolable, suplicantes de libertad y sin embargo angustiosas de su auto impuesta represión. Escucho el canto de mis musas alejarse con cada suspiro, y me temo que no regresarán. Pero cómo regresar a un lugar donde ha cesado su efecto inmaculado, donde ya no hay lugar para el suave toque de sus manos, donde su existencia se ha vuelto solo un mito y donde el corazón fulgurante de quien una vez fuese su amado, no sea ahora más que un simple espacio sombrío donde el temor y la inseguridad hicieron su nido infernal.