Mi último verso

Cuando las ventanas se vuelven pálidas
Las flores las mueve el viento
Y el murmullo de la gente se calla por algún momento
Logro enterarme finalmente de que
Estar preso en este baúl de divagaciones
De pensamientos febriles, recuerdos incoloros
Hacen que no pueda disfrutar
De aquello que llaman vida.

Mi sábana me habla pero no la escucho

A pesar de que se disfraza
Muchas veces en esa mujer
Que transformó Atacama en tundra
Al interior de mi corazón.

Sigo siendo egoísta
- Quizás tú más que yo que buscas ayuda –
No logro estabilizarme
Pierdo los estribos
- ¡Qué sucede en mi psique! –
El rebaño de las reflexiones rompe la valla
Mis sueños gimen
Las memorias jalan mi sien
Los sentimientos se encuentran entre ellos
Y se inmiscuyen justamente ahí
Donde más duele
- ¿Dónde? –
En el lago de las heridas
Es otro más…
- ¿Qué otro más? –
Otra moneda exponiendo el sello
Otro libro sin terminar
Otro texto sin creatividad
Otro lápiz roto por la ira
Otro gato matado por la curiosidad
- ¡Ya no puedo más! –
Hace mucho que perdí
La habilidad de la impavidez
Todo me es sensible
Lisa y llanamente
Creo que de todo debo tener culpa
- ¿Por qué llegué hasta aquí? ¡Por Qué!-
Mi tormenta íntima no cesa con nada
No quiero que me molesten más estos pensamientos
Quiero libre albedrío, felicidad y empatía
- ¿Y así crees que lo vas a conseguir? -
Así es como lo quieres vida
Así es como lo consigues vida
Vida que discrimina al bien
Y que entumece al mal.

Sábana ahórrate tus fantasías
Cuaderno ahórrate tus versos nefastos
Tus llaves podridas
Que para mis cadenas ya no sirven
Porque aún no las he escrito
Y si lo hiciera no tendrían sentido
- Al menos el último verso del poeta -
Debo hacer el último verso
Mirando hacia la infinidad
Imaginando que soy un pulóver
- Enseguida -
No se culpe a nadie.
- No se culpe a nadie -.

- Franzliche. Chile, 2016.
20/12/2016