MI NUEVO TRABAJO XIII

TERMINÓ LA TORTURA

Historias del Hogar Betania 2008 al 2013

Hoy me levanté a las cinco de la mañana para ir a mi terapia, y mientras esperaba que abrieran estuve leyendo.

Al regresar cuando pasé por en frente de mi trabajo vi un auto verde, pensé en mi Marta, fue algo fugaz. Llegué a casa me puse ropa más ligera, y caminé unos pasos, crucé la avenida, el auto, ya no estaba, mi paso se hizo más lento, algo había sucedido, casi lo presentía, saludé a mis abuelos por los pasillos y en el final, no estaba!

Entré a la lavandería, encendí la radio, y comencé a trabajar, algo me faltaba, si, algo muy importante, no quería pensar, sólo trabajar.

E

ntró la Jacque, y me dijo: "Se fue la Marta, la vinieron a buscar, un cuarto para las diez,( cuando pasé por el frente),

quedó el llanterío aquí, ella, no entendía mucho parece, decía :"No tengo calzones, y mi ropa?, está toda en la maleta? y el babero?...

Se fue y no me despedí de ella, por una parte es mejor, quien sabe si todavía estaría llorando su partida, en cambio el no verla, me hace creer que anda por ahí dando vueltas.

¡Oh Dios, cómo la voy a extrañar! si estaba todos los días apenas llegaba.
_Teni un dulce, o algo pa comer, échame crema, mira como ando, se me caen los calzones.

Todas sus frases están grabadas en mis oídos, toda esta semana fue una tortura, la Madre me dijo que le preparara la valija, cuando Marta, la vió, me dijo :"Esa es mi maleta, que haces? _Guardo tu ropa y tus cosas.

Desde ese día esperaba su partida, alguien le dijo que se la iban a llevar, le dieron unas gotas para que estuviera tranquila, los días siguientes, la veía por la ventana cuando estaba sentada tomando sol, con la palma de su mano en el mentón apoyando el codo en sus piernas cruzadas, pensando quien sabe que. La vez anterior lloraba desconsoladamente, y yo, no podía hacer nada, en esta oportunidad, ya no lloraba ni lamentaba, sólo pensaba...

Mi Marta, me duele tu ausencia!

El miércoles, entró pidiéndome calcetas para dormir.
_Me los puedes poner?
_claro, tengo todo el tiempo del mundo.
Se sentó, y le toqué sus pies, ¡huy que están secas estas patitas, les hace falta una cremita!

_Si, teni crema, échame, mira tengo los mensos pelos, sabi, cuando yo era joven me depilaba, las piernas, las axilas, los bigotes y...
se agacha y me dice: Aquí abajo también.
Y yo reía a carcajadas, mientras trataba de ponerle crema y a la vez le masajeaba sus pies, gracias, me decía, eris tan buena!...

En cada oportunidad que tenía la aprovechaba para abrazarla y ella a mí, recuerdo cuando llegué, era muy arisca, me la gané con puros abrazos y besos, es que soy muy de piel, me gusta sentir a la gente, cuando voy por los pasillos, a cualquiera que me encuentro le doy un estrechón, un abrazo, o una suave palmada, y yo sé que me quieren, es lindo, después que encontraba esto tan triste y deprimente, hoy lo veo diferente. Regalando sonrisas a mis viejitos, me siento parte de ellos, y cuando beso a mi regalona, otras me dicen chi, y a ella no más? y bueno se imaginarán son casi setenta abuelos, menos mal que tengo un arsenal de besos y caricias que no se agotan para ellos.

...Y mi Marta, por lo menos terminó la tortura, todos los días, le decían hoy te vas, y se la sufría toda, pobre!

Y yo, bueno, seguiré aquí, hasta que Dios quiera pensando en algún día poder ir a verla, la llevarón a un hogar que queda en Lampa, un lugar que está en la periferia de Santiago.

Marta, mi viejita, no me despedí, espero, pronto tener noticias de ella, un día una de las chicas le dijo"¿Que vas a hacer si la Rosana se va?

Y ella, respondió con un gesto que hizo al ponerse sus dedos en la sien.
_ Me pego un tiro.

Las auxiliares se reían, y yo, bueno, la quería, la quiero y la llevaré en mi corazón siempre, esté donde esté...