MI NUEVO TRABAJO XI


EN EL CENTRO DEL HURACÁN
: Historias del Hogar Betania 2008 al 2013
_Rosana te vengo a decir algo, para que tú sepas, las chiquillas se han juntado y van a ir a hablar con la jefa, para que no vengas más los domingos, porque estás ganando más que todas nosotras, yo te vengo a decir para que no te pille por sorpresa...
Eso me dijo Ivonne, la chica que trabajaba en la lavandería antes que llegara yo. No entiendo que quiso hacer, si quedar bien conmigo, o que, la verdad, para mí, me decepciona nuevamente, pues, si las cosas están así con las chicas, parte de la culpa la tiene ella, ya que cada vez que pudo me decía delante de todas que yo le robé su trabajo, y como tiene que hacer turno de noche, más molesta estaba y me decía, "por tu culpa".
En fin yo estoy con mi conciencia tranquila y trabajando duro, sentía mucha pena, porque no podía acercarme a la Marta, el otro día lloraba en el jardín, decía que se quería morir, y yo, no pude ir a consolarla.
Y
Me queda sólo una preocupación la Gaby, ella es una abuela muy tierna, recuerdo cuando llegué ella, quería regalarme un peluche que tenía en su cajonera
_No, le dije eso es suyo, a mi me basta con su cariño nada más.
Si le vieran sus pies los tiene imposibles, es como si hubiese usado zapatos pequeños y le doblarón los dedos parecen una masa, así y todo ella, quiere ponerse de pié para ir al baño.
Su cabello es largo, usaba dos moños hacia adelante, parecía una muñeca.
Una de las chicas que le corta el pelo a las abuelas, quería cortárselo y no la dejaron al parecer su cabello largo es una manda o algo así.
Esta tarde Marta, quien comparte cuarto con ella, me dijo la Gaby, está enferma, anda a verla y fui enseguida, tiene 93 años, los primeros días de mi estadía se cayó en el baño pues quería ir por sus propios medios se dio un golpe en la cabeza, sangró mucho, le pusieron puntos y desde ahí que perdió un poco la noción de las cosas, me confundía con su hermana, hablaba incoherencias, se desabrochaba la ropa, en fin, ¡pobre viejita!
La abracé y ella dormía como si se estuviera muriendo, sentí miedo, la besé y no despertó.
Fuí varias veces a verla y cuando me iba a la casa la ví despierta, se quería levantar y eran las seis de la tarde, me despedí de ella le dí un beso y le dije hasta el domingo, apenas le entendí lo que me contestó.
La Marta, me dice "Que la quieres tú a la Gaby"
_Sí igual que a ti, le contesté, y me vine, ojalá esté bien mañana, Dios quiera que si...
Mañana será otro día y seguiré con: las historias del hogar... Son mi desahogo...
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