Me Acostumbre

Me acostumbre a quererte, a inundarme con tus besos,
a la suave brisa del consuelo
que sopla cuando te veo,
a esa mirada que se parece al horizonte; tan infinito
y tan perfecto.

Me acostumbre a esa palabra tuya que no dice más que lo necesario, al movimiento de tus labios que como un huracán me derrumba
y a la caricia tímida de tus suaves manos.

Me acostumbre a ti sin querer hacerlo y hoy solo tengo el consuelo de saberte solo mío, aunque sea solo en mi pensamiento y el que decida sea destino.

M

e acostumbre simplemente a tenerte cerquita de mí, pero no de mi cuerpo ni de mi alma,
cerca de donde no te puedes ir,
aquí cerquita de mi corazón
que se niega a dejarte ir.