Manifiesto de la clase esclava

2025 Jun 03
Poema Escrito por
Alexander M.

Ayer...
Salí a repartir bajo el sol brutal de Yucatán.
Doce del día. Más de cuarenta grados.
El asfalto hervía.
Y yo, en plena guerra interna,
Veía pasar a todos:
Enclimados, felices, saliendo de la piscina a recibir su pedido.
Y yo... yo empapado en sudor,
Cargando pedidos y sueños que pesan más que el cuerpo.

T

engo 26 años.
Una carrera. Dos trabajos.
Una novia que también lo da todo.
Sin descanso. Sin red. Sin tregua.
Solo con hambre.
Hambre de futuro.
Hambre de libertad.
Hambre de no repetir la historia.

Los dos somos deportistas.
Y si pudiera, entrenaría ocho horas al día.
Ese sería el cielo.
Pero no.
A cambio, entregamos nuestro amor al deporte…
Para alimentar otro amor:
el amor por construir algo que no heredamos.
Porque no heredamos nada.
Nada…
Más que las heridas.

No somos clase trabajadora.
Somos clase esclava.
Nos tocó nacer sin padre.
Con una madre que hizo lo que pudo,
Pero no alcanzó.
Porque nadie puede solo.
Y aún así, aquí estamos.
Aferrados.
Quemándonos las manos por agarrar algo que nunca nos ofrecieron.

Y sí…
A veces no sé a quién culpar.
¿Al sistema que me exprime?
¿O a la familia que me entregó incompleto?
Porque me quieren.
Y los quiero.
Pero eso no sana lo roto.
No repara lo ausente.
No excusa lo mediocre.

Me cansé.
Y cuando más luchaba… más esperaban que lo hiciera todo.
¿Eso cómo se llama?
Eso es rendirse.
Eso es hundirse y querer jalar a los demás.
Y no.
Yo no nací para eso.

No creo que el pobre sea pobre porque quiere.
Pero sí creo que el jodido es jodido porque quiere
Ese sí se elige.
Yo soy pobre.
Pero no jodido.
Porque tengo huevos.
Y tengo sueños.

Y aunque nunca los alcance,
Voy a morir persiguiéndolos.
A mordidas, si es necesario.
A gritos. A rastras. Pero en marcha.

Hay días como ayer…
Días que duelen tanto que el cuerpo quiere tirar la toalla.
Días que el alma despierta cansada
Pero entonces aparece mi voz interna,
Mi llama,
Y me dice: aguanta.
¡Aguanta, cabrón!

Porque aunque no le encuentre sentido a la vida,
Yo elegí mis sueños como mi sentido.
Y si eso me lleva al límite,
Entonces quiero llegar al límite.

No pido lujos.
Pido una vida digna.
Pido libertad.
Pido viajar sin angustia.
Dormir sin culpa.
Vivir... sin cadenas.

Maldito sea este sistema.
Maldita esta suerte.
Pero...
¿y si mi alma eligió esta vida?

¿Y si nací para pelearla?

Entonces que venga el calor,
Que venga el cansancio,
Que venga el mundo.

Porque aquí estoy.
De pie.
Con el alma en llamas.
Y no pienso rendirme.

2025 Jun 03

Alexander M.
Desde 2016 Mayo 01

Conoce más del autor de "Manifiesto de la clase esclava"

Descubre más poemas de nuestros autores