Los pistilos de Mayo


Invisible en el bosquejo;
desde su costado trazando izquierdas,
hacia la escena donde pulsa
mi plumaje ceñido.
Vuestro rostro encallado
habitando los pistilos de mayo,
y la dulce tarde de abiertos telones.
Se asoman las aves volando
que afrontan la inspiración
cuando entona el sol en lo alto.
Amanece otro mañana,
y el canto acordado se levanta,
en la estrofa que trama en sus extremos
persistir para ser amados.
Las fronteras de cometas azulinas
vuelven con el suave viento,
lo mismo, la verde yerba;
penetrante y ondulante en el presente monólogo
de una temporal despedida.
Oprime al papel
la condición cuál susurro de un recuerdo,
que exclama sin cesar
el redoble nocturno del grillo en la laguna.
Al frente una comedia literaria
que regresa y bebe de la poza
bajo el resplandeciente medio día.
Y en el horizonte
entre el sigilo resplandeciente;
una cordillera paciente, en pausa.
*
Febrero 12, 2018
© 2018 Gabriela Ponce de León, La Dama Azul. Todos los derechos reservados.
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