A lo lejos.


La figura de su cuerpo aún desconocida, el recelo de la duda, las mentiras que sobrepone el miedo... He fumado más de cinco cigarrillos ya, y he contado unas cuantas estrellas en el cielo pensando en cómo alguien me salvará de existir; siendo yo tán incorrecta.
Tengo la convicción de que no existes, y sin embargo te sigo oyendo, te invento, como un sueño que se deja para luego.
Ser resulta repentinamente dañino y más a lo lejos, sin siquiera saber qué tanta independencia se ha de tomar.
Me recuesto un poquito sobre la sábana blanca que cubre mi espaldar, esparciendo el sexo ambientado en ésta sociedad vil y "moral." Soy oscura, soy clara, soy nada, y es que para mí el cuerpo será siempre un amado espacio de revelaciones, ¡Si que sí, con eso no puedes mentir!
Nuestro paraíso, un lugar neutral, mi bella flor y tus soñadas mordidas se esparcen como hormigas retorciendo el ritmo de estos cuerpos, arrastrándome del cabello hacia el sur de tu canción, como una melodía entre esas manos. Y es que la misma vida ha de tener envidia de que yo sea terciopelo y veneno de esos que producen adicción, ¡La obsesión de un pensamiento!

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