Levántate
Iba yo una mañana soleada
caminando por la calle,
entré a una casa
y en el suelo
estabas tú sentado
con tu mochila, tus papeles,
tu bebida y tú bolígrafo
te hablabas y dibujabas
como abstraído en tus cosas.
M
"¡Qué elegante vas con tu traje!"
Te miré y te dije "¡gracias!"
Al salir de aquella casa
ahí seguías tú;
hiciste que me detenga delante tuyo,
estiraste la mano y
me entregaste un retrato,
...lo observé con mucha curiosidad y afecto,
y te pregunté
"¿quien es?"
Me respondiste
"es una mujer"
el retrato se parecía a ti
que eres un hombre
y me gustó
Pensé "has querido retratar
tu lado femenino;
te dije "¡gracias!"
y lo guardé en mis cosas.
Luego me pediste una moneda,
te la dí encantada
y pensaste y dijiste
"¿Qué hago aquí?"
y te levantaste.
Otro día volví a aquella casa
y ya no estabas,
me alegró
haberte conocido
pintor de autorretratos.
Conoce más del autor de "Levántate "