LA ÚLTIMA CARTA.

Hola, hacía muchas noches que no te escribía,
Ya era agonizante el tiempo por no saber de ti.
Pero ahora me atreví a escribirte esto,
Quizá sin saber si lo leerás,
Quizá nunca lo hagas, o quizá sí, ya no lo sé.
Ya no sé qué es lo que siente tu cambiante corazón,
Pero solo espero estar aún presente dentro de él,
Aunque sea como una herida,
Cómo una cicatriz que se resiste a desaparecer.
Pues yo solo deseaba escribirte,

Por lo menos una vez más.
Y recordar cuando escribía las viejas poesías.
De aquellas que te gustaban, de aquellas que te ilusionaban,
De esas que te hacían sonreír.
Solo escribo, pero ya no como poeta,
Que amaba tanto sus versos,
Sino como la persona que tanto te amaba a ti.
Solo escribo, para tratar de decirte lo que mis palabras callaron,
Las cosas que no me atreví a confesarte cuando te tuve conmigo.
Pero escribo, directamente desde el alma,
Y con la esperanza puesta en el destino,
De que algún día sepas lo que mi corazón escondió.
Y nada más decirte evidenciando mis sentimientos
¡De que yo te amé!
Y quizá sea esta la última carta,
Y me toca marcharme por el camino que no tomaste,
Y aunque estés distante cobijando a otro amor,
Yo te llevaré presente siempre conmigo
Porque seguiré amándote con todo el alma Corazón mío!